El poeta carretillero.
Trinidad descubre a un hombre sentado en una carretilla. Sobre sus piernas tiene una hoja de papel donde hace rimar palabras. Alza la vista, busca en el vuelo la definición exacta para el verso, cuenta las sílabas con los dedos y las aprehende en tinta. En ese limbo de poesía vive atrapado Luis Martínez Ruiz desde su juventud, cuando convertía su mochila en un almacén de libros para leer a toda hora, como lo hacía su padre. Este hombre de 66 años, oriundo de la comunidad cienfueguera de Guaos, no conoce de academias. Al terminar el sexto grado no volvió a la escuela por preocupaciones familiares; sin embargo, el roce con la literatura le dio las armas para aventurarse a la composición de espinales. Años más tarde llegó a Trinidad y se incorporó al Taller Literario, donde pulió su don. Hoy resulta uno de los personajes más pintorescos de la villa colonial. A simple vista parece uno de los tantos carretilleros que transporta equipajes a visitantes foráneos. Lo que nadie sospecha es que en su mochila remendada atesora alrededor de 2500 décimas dedicadas al rincón más insospechado del planeta: 'una geografía poética', como el mismo la califica (tratto da un articolo a firma di Carlos Luis Sotolongo Puig pubblicato su Escambray periódico de Sancti Spiritus).